Ambos imperativos van conjuntamente correlacionados con la más actual e innovadora maquinaria de elaboración del mercado. Un tradicionalismo estético, sin adulteramiento de la vida rural, un tradicionalismo de esencia, para la obtención final de un producto milenario vital. Sostenibilidad, respeto al medio ambiente en el proceso de construcción del edificio, donde las empresas, fundamentalmente de la zona, jugasen un papel de relevancia, y donde la integración con el imponente paisaje, hiciese surgir un majestuoso edificio de la misma entraña de la tierra. Era necesario generar el mayor espacio posible diáfano para la ubicación de la mejor maquinaria capaz de obtener un aceite de altísima calidad y apegado al terreno. Una edificación funcional, accesible y visitable en cada punto del proceso elaborativo. Si interiormente se produce una subordinación constructiva al aceite, ¿por qué no realizarlo exteriormente? Para ello, se considera como base, la idea del origen del aceite, su obtención desde antiguo, y como elemento simbólico en el tiempo, la Prensa de Viga. Un edificio que emule la mayor Prensa de Viga jamás construida, donde la superposición de capachos, en redondo, sea el núcleo principal de la industria, consiguiendo que las nervaduras de los mismos sean los elementos separadores interiores, consiguiendo en este cargo la disposición total de la almazara. Los elementos complementarios de la prensa, tornillo, soporte y viga, hacen funciones de pasarela visitable para contemplar el entorno, a la misma se accede desde una tuerca de grandes dimensiones que alberga un ascensor panorámico. El edificio plantea un radio de 25 m. totalmente estanco, donde interiormente se distribuye en dos plantas. En la zona de la cubierta, que es transitable, se diseña un lucernario que dota de luz natural a gran parte de la planta primera. Los paramentos exteriores son paneles de hormigón curvos, con núcleo de aislante acústico y térmico, acanalados y tratados con terminaciones ocres en su trasdós consiguiendo la caída del aceite por la presión de los capachos y una integración cuasiperfecta con la tierra y el ocaso diario. La característica principal de este edificio es su base redonda de más de 2.700 metros cuadrados, donde el propio esqueleto interno, adquiere la personalidad y vida propia que se le requiere a una industria de tal belleza.